Educar con rumbo: la importancia de planear
Plano Didáctico
¿Qué aprendí al hacer mi planeación docente con enfoque NEM?
El proceso de elaborar y aplicar una planeación docente fue mucho más que un requisito de prácticas: fue una experiencia formativa que me retó, me confundió y, al mismo tiempo, me transformó. Aquí quiero compartirte qué beneficios me dejó, los pasos que seguí, las dificultades que enfrenté y los elementos clave que debe tener una planeación según la Nueva Escuela Mexicana (NEM).
Beneficios de hacer esta planeación
- Comprendí mejor el programa sintético de la NEM, especialmente en el campo formativo de Ética, Naturaleza y Sociedades, donde se abordan temas como convivencia, justicia y toma de decisiones.
- Aprendí a estructurar una clase que promueve el pensamiento crítico, la participación activa y el trabajo colaborativo, más allá de solo “dar un tema”.
- Me permitió conocer mejor a mis estudiantes, sus formas de pensar, sus reacciones y el lugar que ocupan las normas en su vida escolar.
- Descubrí que una planeación no es rígida: es una herramienta viva, que se ajusta, dialoga con el contexto y permite que los niños sean protagonistas de su aprendizaje.
- Pude aplicar temas complejos, como el liderazgo y la anarquía, de forma comprensible y significativa para el grupo, lo que me dejó una gran satisfacción como futura docente.
Pasos que seguí para elaborar la planeación
El tema se eligió tras un análisis previo de las prácticas anteriores, con el fin de identificar áreas de oportunidad dentro del contexto de los estudiantes. A partir de ello, logré definir mi tema y formular mi pregunta detonadora para el desarrollo de lo que se presenta a continuación.
1. Revisé el Programa Sintético de la NEM para identificar el campo formativo, el contenido y el PDA correspondiente a cuarto grado.
2. Elegí una situación significativa: imaginar una sociedad sin jefes, donde los estudiantes pudieran construir sus propias normas de convivencia.
3. Diseñé las fases de la clase (inicio, desarrollo y cierre) tomando en cuenta la metodología del Aprendizaje Basado en Problemas.
4. Planeé instrumentos de evaluación formativa, como rúbricas y guías de reflexión.
5. Elaboré recursos didácticos participativos, como un cartel grupal en papel Kraft con huellas de manos.
6. Redacté el contexto, justificación, contenidos científicos y anexos, cuidando que todo estuviera vinculado con el enfoque de la NEM.
Dificultades que enfrenté
- Al inicio no sabía cómo comenzar, qué poner en cada apartado ni cómo convertir una idea en algo que pudiera aplicarse con niños reales.
- Me costó entender cómo se redacta un PDA, y cómo relacionarlo con las actividades que pensaba hacer.
- Quería hablar de temas como “autoridad” o “anarquía”, pero no sabía cómo hacerlo comprensible y cercano para estudiantes de cuarto grado.
- Además, durante la clase, la docente titular dio una explicación diferente a la mía sobre el concepto de “líder”, lo que causó confusión. Tuve que ajustar mi discurso y volver a explicar con más claridad.
Aun así, aprendí que estas dificultades son parte del crecimiento como docente. Es importante realizar una reflexión después de aplicar nuestra planeación, con el objetivo de enriquecerla y desarrollar nuestras habilidades docentes.
¿Qué elementos debe tener una planeación con enfoque NEM?
Según la Nueva Escuela Mexicana, una planeación debe incluir:
- Campos formativos y progresiones de aprendizaje (PDA)
- Contenidos del programa sintético
- Ejes articuladores (como pensamiento crítico, inclusión, vida saludable, etc.)
- Escenarios de aprendizaje (la escuela, la comunidad, el entorno natural, etc.)
- Metodología activa y situada
- Evaluación formativa
- Participación del estudiante como sujeto activo
- Inclusión de saberes comunitarios, experiencias y diversidad cultural
Reflexión final
Hacer esta planeación me mostró que enseñar no se trata solo de dar clases, sino de crear experiencias significativas. Me di cuenta de que el aula es un espacio para dialogar, cuestionar, crear y aprender con los otros. Y que la planeación no es un formato a llenar, sino una herramienta poderosa para transformar la educación desde lo cotidiano.
Evidencias de la actividad:
Figura 1: Dibuja a tu animal favorito como jefe.
Figura 2: Acuerdos de convivencia elaborados de manera colectiva.
Figura 3: Aceptación de los acuerdos y su colocación dentro del salón de clases.
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