Más allá del aula: reflexiones sobre la educación y la injusticia social
¿La escuela reduce o reproduce desigualdades?
Reflexiones sociológicas desde el aula
Introducción
La escuela suele ser vista como una institución neutral encargada de brindar igualdad de oportunidades. Sin embargo, la realidad sociológica es más compleja. La lectura de Pérez Sánchez, Carmen Nieves nos invita a cuestionar la función real que cumple la escuela en el marco de las desigualdades sociales. En este punto analizaremos cómo las condiciones sociales impactan el quehacer docente y la forma en que la educación puede ser una herramienta de transformación… o de reproducción.
¿Qué noción de educación orienta la acción pedagógica de la escuela?
Según Pérez Sánchez (2001), muchas prácticas escolares siguen orientadas por una noción reproductiva de la educación, donde los contenidos se enseñan como verdades inamovibles y el objetivo principal parece ser la disciplina, el orden y la adaptación a un sistema social ya establecido.
- Se privilegia el cumplimiento de normas antes que la crítica.
- Se valoran ciertos saberes "formales" sobre otros más comunitarios o culturales.
- Se espera que todos aprendan del mismo modo, sin considerar la diversidad.
"La escuela, al centrarse en estándares homogéneos de éxito, muchas veces refuerza las desventajas de origen en lugar de compensarlas." (Pérez Sánchez, 2001)
¿Qué tipo de ciudadano se forma desde esta lógica escolar?
- Un ciudadano obediente, más que crítico.
- Conformado para encajar en un modelo económico y social determinado.
- Lejos de ser un agente de transformación social.
Este modelo es contrario a las propuestas de una educación liberadora o comunitaria, como las de Paulo Freire o las prácticas de las escuelas zapatistas, que abogan por formar ciudadanos autónomos, participativos y reflexivos.
¿Cómo se relaciona con el proyecto de nación, la historia, la política y los grupos sociales?
- La escuela no es ajena al proyecto político de un país: forma ideológicamente a sus ciudadanos.
- En muchos casos, se adapta a modelos neoliberales donde el mérito individual es más valorado que el trabajo colectivo.
- Se minimiza el análisis histórico y político de la realidad en los contenidos escolares.
La lectura de Pérez Sánchez es un llamado a repensar el papel de la escuela en las sociedades desiguales. No basta con “enseñar bien”, sino que debemos preguntarnos qué estamos enseñando, para qué y para quién. Solo desde una mirada sociológica y crítica, es posible construir una educación que no legitime las desigualdades, sino que luche contra ellas.
Figura 1: Reconocer la identidad del educando es parte de una educación integral.

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